Novena ola
Iván Konstantinovich Aivazovski (1817-1900) nace en Teodosia, ciudad costera de la península de Crimea, donde sus padres se habían establecido al comienzo del siglo, procedentes de Austria. Su padre, hombre culto conocedor de varias lenguas orientales, se dedicaba al comercio, pero al nacer Aivazovski la familia estaba arruinada a raíz de una reciente epidemia. El mar y Teodosia marcarán la trayectoria personal y artística del pintor. Con más de 6000 cuadros e infinidad de dibujos, y aunque tiene paisajes con montañas, las marinas serán casi su único tema y se le ha llegado a comparar con Turner, al que llegó a conocer en 1842.
Vista de Constantinopla
Por otra parte se educa en una ciudad que es encuentro de civilizaciones por su situación geográfica y por historia, ya que por Teodosia pasaron bizantinos y tártaros, los genoveses en el siglo XIII la convirtieron en importante puerto - Caffa-, los turcos la someten al imperio otomano, y no es hasta 1873 que Catalina II anexiona Crimea a Rusia. Esta mezcla de costumbres y culturas el joven Aivazovski la vive en un cosmopolita café en el que trabaja y donde italianos, griegos y turcos se diluyen con tártaros y armenios en el denso murmullo de las conversaciones.
Aivazovski, uno de los últimos representantes de la pintura paisajística formada en la primera mitad del siglo XIX, fue un academicista con impulsos románticos. No se comprometió ni social ni artísticamente, pero en su obra, de enorme belleza, trasmite con delicadeza y fuerza el amor a la pintura y al mar.
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